Pedro Sánchez. ¿Enajenación mental…? ¿O nos toma por idiotas?

abril 27, 2016

Esta ceremonia de la confusión en la que se mueven algunos de los políticos del P(SO)E está llegando al esperpento del esperpento. Ya era tal poner en escena la obra «131 es más que 161», pero estos guionistas de lo absurdo, malos discípulos de Monty Python, no se conforman con eso, no, tienen que ser más «creativos», o eso deben de pensar ellos, y dar un paso más hacia el absurdo total, es decir; hacia la negación absoluta de la realidad, sustituyéndola por lo que a ellos les gustaría que fuera esa realidad, o como bien ha definido Errejón esta mañana, confundir deseo con realidad.

Después de ver a Hernando en plan monologuista del Club de la Comedia, con esa cara de “admiradme por lo inteligente que soy”, en ese alucinante soliloquio sobre el envejecimiento de Pablo Iglesias, ahora, Pedro, el bandazos, dice que Podemos ha traicionado a sus votantes por no hacerle a él presidente del gobierno, porque, aunque no lo dice, va implícito en sus palabras, él y sólo él es digno de ese honor… Los demás, de ahí su indignación, tienen que asumir su papel de adláteres y palmeros, pues no son otra cosa que eso. Y se queda tan ancho.

Encerrado, como parece que vive, en una burbuja que ha trascendido el límite espacio-temporal y le ha colocado en una realidad paralela, en la que la consulta de Podemos a sus afiliados, entre otras muchas cosas, no se ha producido, le lleva a creerse tocado por el espíritu de la clarividencia política y, por tanto, el único capaz de ver la luz de la verdad. No sé cómo llamarán, técnicamente, a eso los psiquiatras, yo lo llamaría enajenación mental; bien por creérselo él, bien por querer hacérnoslo creer a los demás, lo que añadiría, además, una supina soberbia por pensar que somos idiotas, cuando no una ignorancia sólo comparable a su ego.

Así que con eso me quedo: o se ha vuelto majara, o nos toma por idiotas. Mala salida, en cualquiera de los dos casos, para este pegote político que quiere tapar sus vergüenzas con tamaña desvergüenza.

Salud.

Deja un comentario